Lo que dos corazones heridos esconden sólo ellos lo saben.
- ¿Pero se puede ser más imbécil?
- Estamos empatados en eso,¿eh?
- Ríete... como siempre haces. Nada te importa desde que...
- Desde qué, vamos. ¡Dilo!
- Oliver, déjalo.
- No, venga, cúlpame de nuevo, sólo sabes hacer eso.
- Antes todo era distinto, y lo sabes.
- Mira, sé que las cosas han cambiado pero... yo...sigo siendo el mismo. Te lo prometo.
- Entonces deja de aparentar, deja de ser lo que no eres y vuelve a ser mío.